jueves, 1 de enero de 2009

CENTRAL ELÉCTRICA




- SALTO “EL OLVIDO” DE VALSAÍN -

En 1882 Thomas Alva Edison estableció en Nueva York la primera central eléctrica del mundo destinada a suministrar electricidad para el alumbrado público y privado (1) Solo siete años más tarde se funda la primera compañía en Segovia, “La Electricista Segoviana Sociedad Anónima por acciones fundada en 1889 para servir al alumbrado público y el particular” (2)

A las primeras centrales eléctricas, destinadas al alumbrado, se les daba el nombre casi mágico de “fábricas de luz”. La llegada de la energía eléctrica supuso un cambio favorable en la calidad de vida. Imaginemos al caer la noche, en los duros inviernos segovianos, nuestros pueblos sin alumbrado. Más tarde los aparatos de radio y el teléfono acercarán al ciudadano rompiendo su aislamiento secular. La electricidad propicia el inicio de la ruptura con el ciclo natural luz-día-actividad y oscuridad-noche-inactividad.
Las fábricas de luz, muchas de ellas aprovechando las instalaciones hidráulicas de antiguos molinos y fábricas e incluso recurriendo a la energía del vapor como en Navalmanzano (3), irán suministrando energía eléctrica a los pueblos cercanos.
En los primeros tiempos se cobraba por número de bombillas instaladas por vivienda y como el ingenio va unido muchas veces a la falta de recursos, en algunas casas, para tener alumbrado, en la planta superior y en la baja se subía o bajaba la bombilla por un agujero realizado en el forjado. En estos comienzos sólo se daba electricidad tanto para el alumbrado público como para el privado al caer la tarde. Debido al incremento de la demanda eléctrica pronto las primitivas fábricas de luz se quedan obsoletas y darán paso a los “saltos” y “centrales”.

En busca de un clima saludable, el verano de 1924 se traslada con su familia a la Granja de San Ildefonso el ingeniero de caminos D. Federico Cantero Villamil. Nos cuenta su hijo D. Francisco Cantero Garcia-Arenal, que en las cenas la bombilla oscilaba viniendo y faltando la corriente. Su padre, apasionado por saltos de agua (4), se propone investigar el tema.
Por aquellos años La Granja recibía el suministro eléctrico de la pequeña central de Santa Isabel (5), que utilizaba las aguas del arroyo Bercial en la ladera de Peñalara. En la época estival, con el incremento de la población por los veraneantes y la reducción del caudal debido al estiaje, la pequeña central no tenía capacidad suficiente y a la hora de la cena empezaba a faltar el fluido eléctrico en las viviendas.

D. Federico Cantero vio que el río Eresma tenía un caudal de agua muy aprovechable y después de estudiar el entorno hizo un borrador y luego el proyecto definitivo. El proyecto fue acogido con entusiasmo y en Octubre de 1926 se fundó la Sociedad Anónima “Salto El Olvido”. Seguidamente, obtenida la concesión por el Real Patrimonio, se iniciaron las obras para su construcción inaugurandose en 1927.

Dentro del conjunto del salto podemos diferenciar la parte encargada de la captación y conducción del agua y la parte encargada de transformar la energía hidráulica en energía eléctrica.
La primera la resuelve D. Federico con una presa con la filosofía de un azud pero enclavada en una garganta es decir una presa elevadora de nivel. La presa tiene una altura aproximada de 15 metros y está realizada en mampostería en el exterior y hormigón en masa de relleno. La toma de agua se realiza por la parte superior de la presa, como en un azud y se conduce por un canal, de un kilómetro de longitud y una pendiente de uno por mil, hasta el partidor. El partidor es un pequeño ensanche en el extremo del canal desde donde parten, de ahí su nombre, los tubos que llevan el agua hasta la casa de máquinas, situada a pie de río cincuenta metros más abajo. En el partidor se sitúan las compuertas que regulan la entrada de agua a los dos tubos, uno de 80 y el otro de 40 centímetros de diámetro. Está también la rejilla que evita que entren elementos solidos que puedan dañar las turbinas y el sistema de señalización del nivel del agua. Este sistema de señalización no era otra cosa que un circuito eléctrico con una bombilla en la central que se cerraba cuando el agua provocaba masa con una barra de cobre. Cuando el nivel bajaba la barra no hacía masa y la bombilla se apagaba.
En la “casa de máquinas” o “la central” es donde se trasforma la energía hidráulica en energía eléctrica.

Es un edificio de planta rectangular y se proyectó situando en el nivel inferior el carcamo para la salida del agua, en la planta intermedia las turbinas, los alternadores y los sistemas de control y transformación y en la planta superior la casa del jefe de central. La primitiva central tenía cuatro turbinas tipo Kaplan de 600, 200, 100 y 40 c.v. unidas por eje rígido con volante de inercia a otros cuatro alternadores marca Braun Boveric.

En invierno funcionaba toda la central al completo y en los días de máximo estiaje solo funcionaba el grupo pequeño. En estas ocasiones, para no dejar sin agua la cacera de Segovia, el agua que movía la turbina pequeña, en vez de salir al río se vertía a la cacera.

Hubo que formar empleados para la vigilancia y control de la central. El equipo estaba formado por un jefe de central, que vivía en la parte superior de la casa de máquinas y dos colaboradores más para completar los turnos. El primer Jefe de central fue D. Salustiano San José, de La Granja “persona que resultó de toda confianza para D. Federico”.

La central tenía poco mantenimiento. Lo más delicado era el acoplamiento de las turbinas a la demanda de energía eléctrica que se hacía manualmente (6) Otra situación delicada era cuando se producía un salto en la red y se disparaban las turbinas, entonces había que cortar la central.
Si en lo mecánico la central no daba grandes problemas, en los duros inviernos serranos el frío provocaba la formación de hielo en la rejilla del partidor impidiendo la entrada de agua a los tubos. Cuando ésto sucedía, que era muy frecuente, el operario de guardia tenía que subir desde la central hasta el partidor y con una especie de tridente de hierro romper el hielo acumulado.
La central suministraba electricidad a la Granja de San Ildefonso, Valsaín, Trescasas y Palazuelos además de al Aserradero de Valsaín y a la Fábrica de Vidrio. Se tendió una línea hacia Segovia que servía para enviar la corriente sobrante y que luego se usó para traer corriente cuando la central no podía abastecer toda la demanda.

Durante la guerra civil el Bosque de Valsaín era una zona de “tierra de nadie” La central, al estar allí situada y ser un lugar inseguro quedó cerrada. A pesar de todo tuvo un pequeño sabotaje más simbólico que efectivo, ya que sólo se rompieron los cuadros de corriente quedando toda la maquinaria sin tocar.

Todos los años, por el tubo de fondo, se vaciaba la presa para limpiarla pero los años de la guerra no se hizo. En 1939 cuando se procedió a limpiarla, posiblemente una piedra de gran tamaño averió la compuerta de fondo inutilizándola, lo que provocó con el paso del tiempo casi la colmatación de la presa.

Todos los que tuvieron relación con la central recuerdan, como momentos de máxima tensión, las recepciones del cuerpo diplomático que los 18 de Julio daba el general Franco en el Palacio de La Granja. La central debía de estar en máxima alerta y su única misión era la de estar dispuesta por si faltaba el fluido en el palacio y reponerlo a la máxima brevedad.

La Sociedad Anónima “Salto El Olvido”, al igual que otros pequeños productores de la provincia, paso a integrarse en 1965 en la Eléctrica Segoviana. Más tarde Eléctrica Segoviana junto con otras compañías provinciales se integrará en 1968 a Unión Eléctrica Madrileña que se convierte más tarde en Fuerzas Eléctricas del Noroeste (FENOSA)

En 1970 coincidiendo con una avería en la turbina mayor y con la finalización de la
concesión del Real Patrimonio la central se abandona. Después de más de veinte años de abandono, en los primeros años de la década de los 90, el Patrimonio Nacional rehabilita el conjunto del salto: presa, canal, partidor, tubos y central, dotándola de dos generadores de 662 Kw. cada uno y de un sistema automático de control. La central vuelve a “vivir”.

Jorge Miguel Soler Valencia

OTRA INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA:
Consultar "EL ADELANTADO DE INDIANA" Julio 2006 Nº 3 - Denuncia - La Electricista Segoviana.
http://fs6.depauw.edu/~hersh/Revista/issue2/soler.html



NOTAS:
1- STRANDH, Sirvard, MÁQUINAS-UNA HISTORIA ILUSTRADA, Hermann Blume Ed.-1982.
2- LECEA Y GARCÍA Carlos de, RECUERDOS DE LA ANTIGUA INDUSTRIA SEGOVIANA, F. Santiuste. Impresor de la Sociedad Económica de Amigos del País -1897.
3- Fª de Géneros Resinosos, Aserradero, Molino y Central Eléctrica de Pedro Herranz y Hermanos S.L.
4- Su primer proyecto como ingeniero fue el primer salto sobre el Duero en 1898, con una potencia de 600 c.v. en donde para su explotación fundó la sociedad “El Porvenir de Zamora”. En 1929 realizó el proyecto del salto sobre el río Duratón en Burgomillodo. En 1933 realizó el proyecto que no llego a realizarse que denominó “De los dos embalses”, con una presa “de la confluencia” situada en donde hoy esta la del Pontón y otra sobre el Ciguiñuela .
5- En el plano del Instituto Geográfico Nacional de Segovia número 483 de la primera edición del año 1927, esta central figura con el nombre de “Fca. De Alfonso XIII”.
6- En las primeras turbinas kaplan apareció el efecto de cavitación en las palas del impulsor. Se solucionó con un nuevo sistema de regulación en la inclinación de las palas mandado por aceite, un servosistema hidráulico.

Informantes: D. Francisco Cantero García-Arenal.
D. Julio de Diego (encargado de la central del año 62 al 68)